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Algunas personas piensan que los líderes nacen, mientras que otras consideran que se hacen. Tal vez todas tengan parte de razón, pero lo cierto es que en la base del liderazgo se encuentran una serie de actitudes y comportamientos que pueden aprenderse.
¿Qué es el liderazgo?
El liderazgo es un proceso en el que una persona influye en otras para que cumplan una serie de objetivos, y dirige la organización de un modo que la hace más coherente y cohesiva. Los líderes llevan a cabo esta tarea utilizando sus atributos de líderes. Es decir, una persona puede estar al mando en una empresa, pero eso no la convierte necesariamente en líder. No es lo mismo ser un jefe que un líder. El jefe puede lograr que los demás realicen sus tareas por obediencia, dinero, miedo a perder el trabajo, etc. mientras que el líder consigue que sus seguidores lo hagan porque lo desean. El jefe o jefa que consigue que sus trabajadores lo vean como un líder, está logrando que se sientan cómodos en su puesto de trabajo, que encuentren satisfacción en él, que se sientan parte de un equipo (de algo importante) y que confíen en su líder y su capacidad para dirigirlos correctamente.
Cuando una persona trata de decidir si confía en otra como líder, lo que hace es observar su comportamiento; determina si se trata de una persona noble y digna de confianza o de un egoísta que sólo sirve a sí mismo y utiliza su autoridad únicamente para ascender. Por tanto, para ser un buen líder has de ser una persona ética, preocupada por el bienestar de las personas que conforman tu equipo, interesada en hacer un buen trabajo y no sólo en ganar dinero o ascender.
Las personas quieren ser dirigidas por alguien que presente, sobre todo, las siguientes características:
1. Que sean personas éticas, dignas de confianza y nobles.
2. Que transmitan la sensación de que saben qué hay qué hacer y cuál es el mejor camino para lograr los objetivos.
La comunicación
La comunicación es muy importante a la hora de establecer la confianza, principalmente una buena comunicación en estas tres áreas:
Ayudar a los empleados a entender la estrategia general de la empresa.
Ayudar a los empleados a entender cómo contribuye a lograr los objetivos claves de la empresa.
Compartir información con los empleados acerca de cómo de bien lo están haciendo tanto ellos o su sección como la empresa a nivel general.
Las claves del liderazgo
1. Conoce tus puntos fuertes y débiles y busca mejorar continuamente. Es decir, estudia, haz cursos, reflexiona, etc.
2. Conoce bien tu trabajo y tus metas.
3. Hazte responsable de tus acciones y haz que los demás se hagan responsables de las suyas, pero siempre centrándote en el futuro. Es decir, cuando algo se haga mal (que sin duda sucederá alguna vez), no evites responsabilidades, pero tampoco busques culpables. Céntrate en lo que ha de hacerse para resolver el problema y ponte en marcha, o empuja suavemente a la persona responsable a reconocer su error y subsanarlo, admitiendo que todo el mundo comete errores.
4. Sé un ejemplo para los demás. No sólo deben escuchar lo que se espera de ellos, sino también verlo.
5. Conoce a las personas que integran tu equipo y preocúpate por ellas, por su bienestar general, cómo se sienten en la empresa, dificultades que puedan estar teniendo, etc. Conoce quienes son los líderes no oficiales, posibles problemas entre compañeros, cómo soportan el estrés, etc.
6. Mantén informados a tus trabajadores.
7. Ayuda a tus trabajadores a desarrollar comportamientos y actitudes que les ayudarán a realizar sus responsabilidades laborales.
8. Asegúrate de que las tareas se entienden, se supervisan y se realizan.
9. Trabaja en equipo. No sois sólo un grupo de gente que hace cada cual su trabajo, sino un equipo que hacéis un sólo trabajo entre todos. Ten esto en cuenta y trasmite esa idea a tus trabajadores.
10. Adapta tu estilo de liderazgo a cada persona y situación. Distintas personas pueden requerir estilos diferentes. Por ejemplo, un nuevo empleado requiere más supervisión que un empleado experto; una persona con poca motivación requiere un estilo diferente que una con una motivación alta.
Estilos de liderazgo
Boldmal y Deal (1991) sugieren que los líderes expresan su liderazgo mediante 4 marcos diferentes:
Marco estructural. Los líderes estructurales se centran en la estructura, el ambiente, la implementación, la experimentación y la adaptación. Los buenos líderes estructurales son arquitectos sociales centrados en el análisis y el diseño, mientras que los malos líderes estructurales son tiranos centrados en detalles insignificantes.
Marco de recursos humanos. Este tipo de líderes creen en las personas, son accesibles, animan la participación, apoyan a los demás y comparten información.
Marco político. Son defensores centrados en la coalición y la construcción. Analizan lo que quieren y lo que tienen, evalúan la distribución del poder, construyen alianzas, utilizan la persuasión y la negociación.
Marco simbólico. Se trata de visionarios cuyo estilo de liderazgo se basa en la inspiración y el entusiasmo. Tratan de construir algo nuevo y diferente, persiguen un sueño y producen cambios.
Cada uno de estos estilos puede ser inapropiado si se utiliza solo, de modo que deberíamos conocer los cuatro y saber en qué momento conviene utilizar uno más que otro.
Por ejemplo, durante un cambio organizacional importante, el marco estructural puede ser el más adecuado, mientras que durante un periodo donde sea necesario el crecimiento, puede se más apropiado el estilo visionario, que aporta ideas nuevas y frescas.
Vamos a comenzar mencionando que existen dos tipos de personas en el mundo a grandes rasgos. Por un lado está el “Dirigente” o el que dirige y por el lado el “Dirigido” o “Seguidor”. No queda mucho por decir aquí. O somos líderes que dirigen personas o nos dirigen a nosotros; esto va tanto en política como en el ambiente laboral; social o familiar.
1 – Valor inquebrantable:
Un buen líder se debe conocer lo suficiente no solo de manera personal sino también en el área o rol que desempeña. Nada quiere ser liderado por alguien a quien le falta valor o confianza en sí mismo; no hay seguidores inteligentes que puedan ser dominados mucho tiempo por este tipo de líder.
Por ejemplo pensemos en un equipo de fútbol donde su director técnico no tenga confianza no solo en sí mismo como director del equipo; sino también en su gestión en las estrategias y motivación del equipo. Eso a la larga se transmite y el equipo comenzará a detectar esto.
2 – Autodominio:
Un hombre que no puede dominarse a si mismo jamás podrá dominar a otros. El autodominio es justamente un ejemplo para las personas; que aparte se identificarán (para eso sirve un líder en gran medida) y tratarán de emularlo. Un líder sin autodominio es justamente un mal ejemplo a seguir.
Un ejemplo de esto sería ir a alcohólicos anónimos y que el encargado del grupo sea un borracho. Parece un ejemplo tonto; pero muchas veces en nuestros trabajos o en la vida nos encontraremos con personas que quieren ser líderes pero que no tienen un dominio propio y terminan haciendo lo contrario a lo que dicen.
3 – Profundo sentido de justicia:
Napoleón Hill dice: “Sin sentido de nobleza y de justicia ningún líder puede influir en sus seguidores ni ser respetado por ellos”
En la entrada anterior mencioné que hace tiempo tenía un jefe que no solo no reconocía mis trabajos; sino que también se acreditaba públicamente como el autor de los mismos. Esa persona podía tener todos los rasgos de un líder, pero ese pequeño detalle; esa falta de nobleza hacía que muchos de sus empleados estén incómodos con el ambiente de trabajo.
4 – Decisión:
Un hombre que dude de sus decisiones está demostrando que no está seguro de sí mismo; de esta forma no puede dirigir con éxito.
Qué ejemplo más simple que un coronel en medio de una guerra. Imaginen que vienen el pelotón y le preguntan si atacan o no; el coronel contesta dudosamente con una pregunta: “¿Ustedes qué creen que deberíamos hacer?”. Es bien simple… un líder que duda; no es un líder y ya verán más adelante el por qué; cometa o no un error.
5 – El líder exitoso debe planear su trabajo y trabajar su plan:
Un líder que actúa solamente por intuición a la larga es como un barco que no tiene timón. Va a parar en cualquier puerto. Un buen líder debe armar planes y seguirlos.
Nuevamente tomemos como ejemplo un coronel planeando una estrategia de ataque. En medio de una guerra no se puede actuar por intuición; se debe planear una estrategia; elaborar un plan y luego seguirlo para asegurar el éxito.
6 – Trabajar más que los demás:
Un aspecto clave de un buen líder es justamente el tener una buena voluntad y hacer más de lo que exige a sus seguidores. Caso contrario no está demostrando un buen sentido de liderazgo; sino más bien una suerte de manipulación.
Volvamos a hablar de la guerra; pero varios años atrás cuando se andaba a caballo todavía. Seguramente vieron en las películas de época que el líder iba con su caballo blanco delante de todo; primero y dispuesto a recibir el primer golpe del enemigo. Ser primero en una guerra es muy diferente a estar al final.
7 – Personalidad agradable:
No queda mucho que decir; las personas carismáticas; genuinas; que tienen una personalidad agradable tienden a mejorar el sentido de liderazgo. En este aspecto conozco muchas personas que tienen una personalidad magnética y son tratados como líderes por su forma de ser aunque les falte una o varias cualidades.
Me pasó alguna vez en la vida; ser tomado como un líder en algún momento sobre algo que no tenía o no debía liderar; pero muchas veces por la personalidad las personas se siente atraídas y a gusto con tener al mando a alguien así. Obviamente hay que saber dar marcha atrás y dejar bien en claro que en ese momento uno no puede tomar ese tipo de acciones. En esa época me faltaba demasiado por aprender sobre liderazgo.
8 – Simpatía y comprensión:
Un buen líder debe ser simpático con sus seguidores; capaz de comprenderlos, tanto a ellos como a sus problemas.
Esto es tan simple como comprender que estamos a cargo de un grupo humano. Cuando lideramos no manejamos recursos humanos; sinceramente el concepto “Recursos Humanos” no me gusta; un recurso puede ser financiero; tecnológico o lo que uno quiera; pero cuando está rodeado de personas… son personas y punto. Un buen líder debe comprenderlas y también a sus problemas.
El mejor recuerdo que tengo es de la época de colegio; siempre se armaban torneos de fútbol y existían muchos equipos; pero siempre quedaban afuera de ellos un grupo de chicos que por no ser populares o por otras razones no eran integrados. Un día simplemente para probar armé un equipo con estos chicos; se llama “Los descomplejados mentales” era el equipo del cual medio colegio se reía. Se rieron tanto que llegamos a la final pero perdimos; aunque lo importante fue que en ese equipo se comprendían a las personas y sus problemas… y para mi fue todo un honor jugar junto a ellos!!!
9 – Maestría en el detalle:
Simplemente ser un maestro en el arte de ser detallista. Un buen líder debe ver desde el aspecto mínimo hasta el más avanzado tratando de que nada quede afuera.
Con esto me viene a la cabeza hace poco un documental que vi con mi hermano sobre el mantenimiento de un portaviones; la persona con el mayor puesto dentro del mismo (eran unas 1500) no solo se encargaba de hablar día a día con casi todos los que allí estaban; sino que también se preocupaba de examinar todos los detalles del portaaviones (que le tomaba una semana).Este hombre era un ejemplo a seguir por su tripulación y así actuaban ellos.
10 – Voluntad y deseo de asumir plena responsabilidad:
Un líder de éxito debe desear asumir la responsabilidad por lo que respecta a las equivocaciones o negligencias de sus seguidores. Si trata de evitar esta responsabilidad es casi seguro que su puesto durará muy poco. Cuando un seguidor comete un error, es el buen líder el que siente que cometió ese error.
No conozco muchos casos sobre este tema o mejor dicho no me viene a la cabeza ninguno. Es complicado encontrar un líder que se haga cargo de los errores de sus seguidores; sucede que en los tiempos de hoy en día esto es complicado. Pero seguramente cada uno de ustedes tendrán presente alguna situación donde el líder se hace cargo de los errores de sus seguidores; a la larga significa que el líder no ha realizado un buen trabajo.
11 – Cooperación:
El líder exitoso comprende y aplica el principio del esfuerzo de cooperación y es capaz de inducir a sus seguidores a que hagan lo mismo.
Simplemente consiste en saber cooperar con los demás y lograr que los demás comprendan esto para aplicarlo en sus acciones.
No queda mucho por decir aquí; el líder es parte de un todo que debe saber hacer funcionar; y a su vez transmitir ese mensaje a los demás para que exista una sinergia de trabajo entre todos.
Bueno hasta aquí tenemos los 11 secretos para ser un buen líder; obviamente existen muchas cosas más que complementan a serlo, sin embargo los líderes tienen usualmente estos puntos en común.
Pero llegó el momento de descubrir los 10 secretos o mejor dicho los 10 errores que hacen que una persona NO sea un buen líder y que describo a continuación:
1 – Falta de capacidad para organizar detalles:
Todo buen líder debe saber organizar y dominar todo tipo de detalles; esto se habló más arriba justamente. Aquella persona que no pueda lograr esto; tiene un punto más en la columna de “No soy un buen líder”.
Cuando un líder se presenta como demasiado ocupado para atender a planes o emergencias está admitiendo también su falta de eficiencia. Por supuesto que todo esto significa también tener la capacidad de poder traspasar los detalles a ayudantes competentes.
2 – Poca voluntad de prestar un servicio humilde:
Un buen líder simplemente debe ser capaz de ejecutar cualquier tipo de trabajo que exigiría a otro. Algo tan simple como comprender que el buen líder no solamente es un ejemplo a seguir; sino que también es fuente de conocimientos a adquirir por otros.
3 – Espera una recompensa por lo que saben en lugar de “lo que hacen con lo que saben”:
Es muy simple, un buen líder no se lo considera tal por lo que sabe; sino más bien por lo que hace con lo que sabe. El mundo está lleno de personas totalmente inteligentes y llenas de conocimientos; pero aquellos líderes verdaderos son los que fueron capaces de utilizar todos esos conocimientos y hacer algo con ellos.
4 – Temor a la competencia de los seguidores:
Un líder que tema que en algún momento alguno de sus seguidores pueda ocupar su cargo, tiene por seguro que esto sucederá en algún momento. Un buen líder justamente sabe aumentar la eficiencia de los demás para inducirlos a rendir más; sin tener miedo de que generar eso se convierta en un peligro. Caso contrario no estaría realizando bien su función de líder.
5 – Falta de imaginación:
Sin ella todo líder es incapaz de generar planes de acción o hacer frente a las emergencias que puedan guiar de forma eficaz a los seguidores. Justamente en momentos así, todos los ojos van a parar al líder quien debe saber reaccionar de forma correcta para hacer frente a cualquier problema.
6 – Egoísmo:
Un líder que reclame para sí mismo todos los honores del trabajo de sus seguidores, puede estar seguro que en algún momento se encontrará con un resentimiento constante por parte de ellos. Cuando alguien sigue a un líder lo hace porque se siente identificado con el mismo; con su forma de pensar y actuar, por lo tanto actuar egoístamente significa romper ese eslabón importante en la cadena de cualquier liderazgo.
7 – Intemperancia:
Esto significa que aquel líder que rompa el temperamento por cualquier razón termina generando un descontento en los demás. A nadie le gusta la gente sumamente ansiosa; que pierde de nada el temperamento o que sofoca a las personas. Simplemente para ser un buen líder hay que controlar demasiado bien esto.
8 – Deslealtad:
Cualquier líder que no sea fiel a la confianza que depositan en él sus seguidores, no va a durar mucho como líder. Retomamos con esto el sentido que las personas que sigue a cualquier líder lo hacen porque se siente identificada con él; por lo tanto ser desleal es uno de los principales motivos por el cual muchos líderes dejaron de serlo.
9 – Énfasis de la autoridad del liderazgo:
Cual buen líder sabe estimular e inducir a las personas a ser más eficaces en lugar de estar inyectándole temor a los mismos. Cualquier líder que use su posición y abuse de la misma por medió del énfasis de su autoridad, está dejando de ser líder para convertirse en dictador.
10 – Énfasis en el título:
Un líder competente no requiere ningún título que le gane el respeto de sus seguidores. Aquella persona que siempre recalca de sobremanera esto es porque no tiene mucho más por decir. Las puertas de un buen líder están siempre abiertas a todos sin necesidad exigir que las personas se pongan a su altura.
¿Qué es el liderazgo?
El liderazgo es un proceso en el que una persona influye en otras para que cumplan una serie de objetivos, y dirige la organización de un modo que la hace más coherente y cohesiva. Los líderes llevan a cabo esta tarea utilizando sus atributos de líderes. Es decir, una persona puede estar al mando en una empresa, pero eso no la convierte necesariamente en líder. No es lo mismo ser un jefe que un líder. El jefe puede lograr que los demás realicen sus tareas por obediencia, dinero, miedo a perder el trabajo, etc. mientras que el líder consigue que sus seguidores lo hagan porque lo desean. El jefe o jefa que consigue que sus trabajadores lo vean como un líder, está logrando que se sientan cómodos en su puesto de trabajo, que encuentren satisfacción en él, que se sientan parte de un equipo (de algo importante) y que confíen en su líder y su capacidad para dirigirlos correctamente.
Cuando una persona trata de decidir si confía en otra como líder, lo que hace es observar su comportamiento; determina si se trata de una persona noble y digna de confianza o de un egoísta que sólo sirve a sí mismo y utiliza su autoridad únicamente para ascender. Por tanto, para ser un buen líder has de ser una persona ética, preocupada por el bienestar de las personas que conforman tu equipo, interesada en hacer un buen trabajo y no sólo en ganar dinero o ascender.
Las personas quieren ser dirigidas por alguien que presente, sobre todo, las siguientes características:
1. Que sean personas éticas, dignas de confianza y nobles.
2. Que transmitan la sensación de que saben qué hay qué hacer y cuál es el mejor camino para lograr los objetivos.
La comunicación
La comunicación es muy importante a la hora de establecer la confianza, principalmente una buena comunicación en estas tres áreas:
Ayudar a los empleados a entender la estrategia general de la empresa.
Ayudar a los empleados a entender cómo contribuye a lograr los objetivos claves de la empresa.
Compartir información con los empleados acerca de cómo de bien lo están haciendo tanto ellos o su sección como la empresa a nivel general.
Las claves del liderazgo
1. Conoce tus puntos fuertes y débiles y busca mejorar continuamente. Es decir, estudia, haz cursos, reflexiona, etc.
2. Conoce bien tu trabajo y tus metas.
3. Hazte responsable de tus acciones y haz que los demás se hagan responsables de las suyas, pero siempre centrándote en el futuro. Es decir, cuando algo se haga mal (que sin duda sucederá alguna vez), no evites responsabilidades, pero tampoco busques culpables. Céntrate en lo que ha de hacerse para resolver el problema y ponte en marcha, o empuja suavemente a la persona responsable a reconocer su error y subsanarlo, admitiendo que todo el mundo comete errores.
4. Sé un ejemplo para los demás. No sólo deben escuchar lo que se espera de ellos, sino también verlo.
5. Conoce a las personas que integran tu equipo y preocúpate por ellas, por su bienestar general, cómo se sienten en la empresa, dificultades que puedan estar teniendo, etc. Conoce quienes son los líderes no oficiales, posibles problemas entre compañeros, cómo soportan el estrés, etc.
6. Mantén informados a tus trabajadores.
7. Ayuda a tus trabajadores a desarrollar comportamientos y actitudes que les ayudarán a realizar sus responsabilidades laborales.
8. Asegúrate de que las tareas se entienden, se supervisan y se realizan.
9. Trabaja en equipo. No sois sólo un grupo de gente que hace cada cual su trabajo, sino un equipo que hacéis un sólo trabajo entre todos. Ten esto en cuenta y trasmite esa idea a tus trabajadores.
10. Adapta tu estilo de liderazgo a cada persona y situación. Distintas personas pueden requerir estilos diferentes. Por ejemplo, un nuevo empleado requiere más supervisión que un empleado experto; una persona con poca motivación requiere un estilo diferente que una con una motivación alta.
Estilos de liderazgo
Boldmal y Deal (1991) sugieren que los líderes expresan su liderazgo mediante 4 marcos diferentes:
Marco estructural. Los líderes estructurales se centran en la estructura, el ambiente, la implementación, la experimentación y la adaptación. Los buenos líderes estructurales son arquitectos sociales centrados en el análisis y el diseño, mientras que los malos líderes estructurales son tiranos centrados en detalles insignificantes.
Marco de recursos humanos. Este tipo de líderes creen en las personas, son accesibles, animan la participación, apoyan a los demás y comparten información.
Marco político. Son defensores centrados en la coalición y la construcción. Analizan lo que quieren y lo que tienen, evalúan la distribución del poder, construyen alianzas, utilizan la persuasión y la negociación.
Marco simbólico. Se trata de visionarios cuyo estilo de liderazgo se basa en la inspiración y el entusiasmo. Tratan de construir algo nuevo y diferente, persiguen un sueño y producen cambios.
Cada uno de estos estilos puede ser inapropiado si se utiliza solo, de modo que deberíamos conocer los cuatro y saber en qué momento conviene utilizar uno más que otro.
Por ejemplo, durante un cambio organizacional importante, el marco estructural puede ser el más adecuado, mientras que durante un periodo donde sea necesario el crecimiento, puede se más apropiado el estilo visionario, que aporta ideas nuevas y frescas.
Vamos a comenzar mencionando que existen dos tipos de personas en el mundo a grandes rasgos. Por un lado está el “Dirigente” o el que dirige y por el lado el “Dirigido” o “Seguidor”. No queda mucho por decir aquí. O somos líderes que dirigen personas o nos dirigen a nosotros; esto va tanto en política como en el ambiente laboral; social o familiar.
1 – Valor inquebrantable:
Un buen líder se debe conocer lo suficiente no solo de manera personal sino también en el área o rol que desempeña. Nada quiere ser liderado por alguien a quien le falta valor o confianza en sí mismo; no hay seguidores inteligentes que puedan ser dominados mucho tiempo por este tipo de líder.
Por ejemplo pensemos en un equipo de fútbol donde su director técnico no tenga confianza no solo en sí mismo como director del equipo; sino también en su gestión en las estrategias y motivación del equipo. Eso a la larga se transmite y el equipo comenzará a detectar esto.
2 – Autodominio:
Un hombre que no puede dominarse a si mismo jamás podrá dominar a otros. El autodominio es justamente un ejemplo para las personas; que aparte se identificarán (para eso sirve un líder en gran medida) y tratarán de emularlo. Un líder sin autodominio es justamente un mal ejemplo a seguir.
Un ejemplo de esto sería ir a alcohólicos anónimos y que el encargado del grupo sea un borracho. Parece un ejemplo tonto; pero muchas veces en nuestros trabajos o en la vida nos encontraremos con personas que quieren ser líderes pero que no tienen un dominio propio y terminan haciendo lo contrario a lo que dicen.
3 – Profundo sentido de justicia:
Napoleón Hill dice: “Sin sentido de nobleza y de justicia ningún líder puede influir en sus seguidores ni ser respetado por ellos”
En la entrada anterior mencioné que hace tiempo tenía un jefe que no solo no reconocía mis trabajos; sino que también se acreditaba públicamente como el autor de los mismos. Esa persona podía tener todos los rasgos de un líder, pero ese pequeño detalle; esa falta de nobleza hacía que muchos de sus empleados estén incómodos con el ambiente de trabajo.
4 – Decisión:
Un hombre que dude de sus decisiones está demostrando que no está seguro de sí mismo; de esta forma no puede dirigir con éxito.
Qué ejemplo más simple que un coronel en medio de una guerra. Imaginen que vienen el pelotón y le preguntan si atacan o no; el coronel contesta dudosamente con una pregunta: “¿Ustedes qué creen que deberíamos hacer?”. Es bien simple… un líder que duda; no es un líder y ya verán más adelante el por qué; cometa o no un error.
5 – El líder exitoso debe planear su trabajo y trabajar su plan:
Un líder que actúa solamente por intuición a la larga es como un barco que no tiene timón. Va a parar en cualquier puerto. Un buen líder debe armar planes y seguirlos.
Nuevamente tomemos como ejemplo un coronel planeando una estrategia de ataque. En medio de una guerra no se puede actuar por intuición; se debe planear una estrategia; elaborar un plan y luego seguirlo para asegurar el éxito.
6 – Trabajar más que los demás:
Un aspecto clave de un buen líder es justamente el tener una buena voluntad y hacer más de lo que exige a sus seguidores. Caso contrario no está demostrando un buen sentido de liderazgo; sino más bien una suerte de manipulación.
Volvamos a hablar de la guerra; pero varios años atrás cuando se andaba a caballo todavía. Seguramente vieron en las películas de época que el líder iba con su caballo blanco delante de todo; primero y dispuesto a recibir el primer golpe del enemigo. Ser primero en una guerra es muy diferente a estar al final.
7 – Personalidad agradable:
No queda mucho que decir; las personas carismáticas; genuinas; que tienen una personalidad agradable tienden a mejorar el sentido de liderazgo. En este aspecto conozco muchas personas que tienen una personalidad magnética y son tratados como líderes por su forma de ser aunque les falte una o varias cualidades.
Me pasó alguna vez en la vida; ser tomado como un líder en algún momento sobre algo que no tenía o no debía liderar; pero muchas veces por la personalidad las personas se siente atraídas y a gusto con tener al mando a alguien así. Obviamente hay que saber dar marcha atrás y dejar bien en claro que en ese momento uno no puede tomar ese tipo de acciones. En esa época me faltaba demasiado por aprender sobre liderazgo.
8 – Simpatía y comprensión:
Un buen líder debe ser simpático con sus seguidores; capaz de comprenderlos, tanto a ellos como a sus problemas.
Esto es tan simple como comprender que estamos a cargo de un grupo humano. Cuando lideramos no manejamos recursos humanos; sinceramente el concepto “Recursos Humanos” no me gusta; un recurso puede ser financiero; tecnológico o lo que uno quiera; pero cuando está rodeado de personas… son personas y punto. Un buen líder debe comprenderlas y también a sus problemas.
El mejor recuerdo que tengo es de la época de colegio; siempre se armaban torneos de fútbol y existían muchos equipos; pero siempre quedaban afuera de ellos un grupo de chicos que por no ser populares o por otras razones no eran integrados. Un día simplemente para probar armé un equipo con estos chicos; se llama “Los descomplejados mentales” era el equipo del cual medio colegio se reía. Se rieron tanto que llegamos a la final pero perdimos; aunque lo importante fue que en ese equipo se comprendían a las personas y sus problemas… y para mi fue todo un honor jugar junto a ellos!!!
9 – Maestría en el detalle:
Simplemente ser un maestro en el arte de ser detallista. Un buen líder debe ver desde el aspecto mínimo hasta el más avanzado tratando de que nada quede afuera.
Con esto me viene a la cabeza hace poco un documental que vi con mi hermano sobre el mantenimiento de un portaviones; la persona con el mayor puesto dentro del mismo (eran unas 1500) no solo se encargaba de hablar día a día con casi todos los que allí estaban; sino que también se preocupaba de examinar todos los detalles del portaaviones (que le tomaba una semana).Este hombre era un ejemplo a seguir por su tripulación y así actuaban ellos.
10 – Voluntad y deseo de asumir plena responsabilidad:
Un líder de éxito debe desear asumir la responsabilidad por lo que respecta a las equivocaciones o negligencias de sus seguidores. Si trata de evitar esta responsabilidad es casi seguro que su puesto durará muy poco. Cuando un seguidor comete un error, es el buen líder el que siente que cometió ese error.
No conozco muchos casos sobre este tema o mejor dicho no me viene a la cabeza ninguno. Es complicado encontrar un líder que se haga cargo de los errores de sus seguidores; sucede que en los tiempos de hoy en día esto es complicado. Pero seguramente cada uno de ustedes tendrán presente alguna situación donde el líder se hace cargo de los errores de sus seguidores; a la larga significa que el líder no ha realizado un buen trabajo.
11 – Cooperación:
El líder exitoso comprende y aplica el principio del esfuerzo de cooperación y es capaz de inducir a sus seguidores a que hagan lo mismo.
Simplemente consiste en saber cooperar con los demás y lograr que los demás comprendan esto para aplicarlo en sus acciones.
No queda mucho por decir aquí; el líder es parte de un todo que debe saber hacer funcionar; y a su vez transmitir ese mensaje a los demás para que exista una sinergia de trabajo entre todos.
Bueno hasta aquí tenemos los 11 secretos para ser un buen líder; obviamente existen muchas cosas más que complementan a serlo, sin embargo los líderes tienen usualmente estos puntos en común.
Pero llegó el momento de descubrir los 10 secretos o mejor dicho los 10 errores que hacen que una persona NO sea un buen líder y que describo a continuación:
1 – Falta de capacidad para organizar detalles:
Todo buen líder debe saber organizar y dominar todo tipo de detalles; esto se habló más arriba justamente. Aquella persona que no pueda lograr esto; tiene un punto más en la columna de “No soy un buen líder”.
Cuando un líder se presenta como demasiado ocupado para atender a planes o emergencias está admitiendo también su falta de eficiencia. Por supuesto que todo esto significa también tener la capacidad de poder traspasar los detalles a ayudantes competentes.
2 – Poca voluntad de prestar un servicio humilde:
Un buen líder simplemente debe ser capaz de ejecutar cualquier tipo de trabajo que exigiría a otro. Algo tan simple como comprender que el buen líder no solamente es un ejemplo a seguir; sino que también es fuente de conocimientos a adquirir por otros.
3 – Espera una recompensa por lo que saben en lugar de “lo que hacen con lo que saben”:
Es muy simple, un buen líder no se lo considera tal por lo que sabe; sino más bien por lo que hace con lo que sabe. El mundo está lleno de personas totalmente inteligentes y llenas de conocimientos; pero aquellos líderes verdaderos son los que fueron capaces de utilizar todos esos conocimientos y hacer algo con ellos.
4 – Temor a la competencia de los seguidores:
Un líder que tema que en algún momento alguno de sus seguidores pueda ocupar su cargo, tiene por seguro que esto sucederá en algún momento. Un buen líder justamente sabe aumentar la eficiencia de los demás para inducirlos a rendir más; sin tener miedo de que generar eso se convierta en un peligro. Caso contrario no estaría realizando bien su función de líder.
5 – Falta de imaginación:
Sin ella todo líder es incapaz de generar planes de acción o hacer frente a las emergencias que puedan guiar de forma eficaz a los seguidores. Justamente en momentos así, todos los ojos van a parar al líder quien debe saber reaccionar de forma correcta para hacer frente a cualquier problema.
6 – Egoísmo:
Un líder que reclame para sí mismo todos los honores del trabajo de sus seguidores, puede estar seguro que en algún momento se encontrará con un resentimiento constante por parte de ellos. Cuando alguien sigue a un líder lo hace porque se siente identificado con el mismo; con su forma de pensar y actuar, por lo tanto actuar egoístamente significa romper ese eslabón importante en la cadena de cualquier liderazgo.
7 – Intemperancia:
Esto significa que aquel líder que rompa el temperamento por cualquier razón termina generando un descontento en los demás. A nadie le gusta la gente sumamente ansiosa; que pierde de nada el temperamento o que sofoca a las personas. Simplemente para ser un buen líder hay que controlar demasiado bien esto.
8 – Deslealtad:
Cualquier líder que no sea fiel a la confianza que depositan en él sus seguidores, no va a durar mucho como líder. Retomamos con esto el sentido que las personas que sigue a cualquier líder lo hacen porque se siente identificada con él; por lo tanto ser desleal es uno de los principales motivos por el cual muchos líderes dejaron de serlo.
9 – Énfasis de la autoridad del liderazgo:
Cual buen líder sabe estimular e inducir a las personas a ser más eficaces en lugar de estar inyectándole temor a los mismos. Cualquier líder que use su posición y abuse de la misma por medió del énfasis de su autoridad, está dejando de ser líder para convertirse en dictador.
10 – Énfasis en el título:
Un líder competente no requiere ningún título que le gane el respeto de sus seguidores. Aquella persona que siempre recalca de sobremanera esto es porque no tiene mucho más por decir. Las puertas de un buen líder están siempre abiertas a todos sin necesidad exigir que las personas se pongan a su altura.
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